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Los desafíos de desarrollar una estrategia de Sustentabilidad Exitosa

Desde hace un tiempo, se ha vuelto prácticamente imprescindible que las empresas desarrollen acciones para beneficiar a la sociedad y/o al medioambiente. Los inversionistas, clientes y consumidores cada vez les exigen más a las organizaciones para que demuestren cómo impactan positivamente en su entorno y que rindan cuentas sobre cómo mitigan sus impactos negativos. Es así como, para hacer frente a estas demandas, desarrollar una estrategia de Responsabilidad Social (RS)/ Sustentabilidad ha tomado gran relevancia.  

Para ResponSable una estrategia de Sustentabilidad exitosa significa fundamentalmente:

  • Estar alineada con la razón de ser del negocio (core business, en inglés). Según nuestro estudio 2019, “Panorama de la Responsabilidad Social en México” apenas un 30% de empresas grandes, recurren al análisis de la estrategia de negocio para identificar acciones de RS, versus, el 54% que solía hacerlo en 2013. 
  • Respetar los intereses y expectativas de sus grupos de interés (stakeholders) 
  • Ser transversal, es decir, cubrir todas las áreas de la organización.  
  • Tener estructura, para definir cuáles serán los pilares que guiarán las decisiones de inversión; qué objetivos y metas se tendrán en el corto, mediano y largo plazo; y cuáles serán los aliados clave. 
  • Definir cómo se medirá el impacto y de qué forma se comunicará para que sea atractivo para los inversionistas, clientes, consumidores y el resto de los grupos de interés. 

En definitiva, un modelo exitoso va mucho más allá de la filantropía, utilizando la metodología correcta permite hacer más eficientes los esfuerzos en materia social y ambiental a la par que potencia también los resultados financieros. 

Ahora bien, desarrollarla implica ciertos desafíos, dentro de los tres que consideramos prioritarios se encuentran: 

  • Suele haber confusión y dispersión sobre su alcance: Muchas personas suelen asociar el término “RS” a temas de vinculación con la comunidad y, por el contrario, el concepto de “Sustentabilidad” a temáticas ambientales. Cuando en realidad, sin importar el término que se utilice, es una estrategia que es transversal a toda la compañía e implica factores sociales, ambientales, de gobernanza y económicos (ESG, en inglés o ASG en español). Incluso, aquellas organizaciones en las que todos tienen claro el concepto, probablemente cada colaborador tenga una postura distinta sobre el alcance y el significado que debería tomar. 
  • Requiere de la participación activa de todas las áreas de la empresa para identificar qué se está realizando (y qué nuevas acciones se podrían desarrollar): Por ejemplo, el área de operaciones puede estar realizando acciones para la reducción de residuos; el área de RR.HH. beneficios adicionales para las licencias de paternidad y maternidad; el área de marketing una campaña de comunicación sobre educación financiera; el área de compras garantizando que sus proveedores cumplan con requisitos de ética; entre miles de ejemplos de iniciativas que tradicionalmente no se suelen asociar con este tipo de estrategias. ¡La RS y la Sustentabilidad se esconden en todos los sectores de la empresa! Ahora, por ejemplo, estamos acompañando a una empresa grande en realizar su reporte GRI y de 156 indicadores, ¡sólo 15 pertenecen al área de Sustentabilidad! 
  • Hoy por hoy son muchas las exigencias que se tienen hacia las compañías y la verdad es que “todo no se puede”: ¿Realizar donaciones en dinero a una comunidad de bajos recursos? ¿Fomentar la educación? ¿Realizar campañas para el cuidado del medio ambiente? ¿Generar políticas internas por la igualdad de las mujeres y las personas trans? ¿Reducir la huella de carbono? ¿Aliarse con el gobierno para favorecer políticas públicas que promuevan la innovación en el sector? ¿Realizar programas de voluntariado para los colaboradores? ¡Etc.! ¡Etc.! ¡Etc.! Son tantas las propuestas que le pueden llegar a la empresa que se torna una cuestión de “salud corporativa” poder tener claridad en qué sí realizar, qué no, cuáles son los motivos, en qué horizonte temporal sí se podrá y cómo se trasmitirá para que sea claro el mensaje. 

Frente a estas características y desafíos, una alternativa es contratar a una consultoría que acompañe a la organización en este proceso. De acuerdo con datos de nuestro estudio 2019, Panorama de la Responsabilidad Social en México, una de cada dos empresas usa o ha usado servicios de consultores para implementar la RS.  

Trabajar con la metodología de ResponSable implica las siguientes ventajas:  

  • DIFERENCIACIÓN CON BASE EN LA EXPERIENCIA: Entendemos que cada empresa es única; que sus características, contextos, antecedentes y prioridades ameritan desarrollar procesos focalizados y que no habrá dos estrategias iguales. Lo que no quita que nos podamos nutrir de nuestra experiencia de haber acompañado a más de 500 empresas y entender cuáles son los truquitos, beneficios y contras de abordar un tema de tal o cual forma. 
  • NEUTRALIDAD Y ESTRUCTURA A LA HORA DE RECABAR LA INFORMACIÓN: El ser una agencia externa a la organización, nos permite analizar la situación actual de la compañía con mayor objetividad y una perspectiva más amplia, sin los sesgos lógicos de estar inmersos en la cotidianidad (¡Aunque debemos confesar que después de trabajar codo a codo con nuestros clientes, nos solemos sentir parte del equipo también!).  La metodología que utilizamos también nos permite interactuar con todas las áreas involucradas de forma coordinada y eficaz, agilizando procesos que de otra forma pueden ser tediosos e incluso incómodos si se realizan 100% a nivel interno. 
  • VALORIZACIÓN DE LO PRE-EXISTENTE: A partir de un diagnóstico con base en distintas metodologías nacionales e internacionales (ISO 26000; ESR; ODS; Pacto Mundial; Sistema B, entre otros), realizamos una radiografía de todas las iniciativas que están en curso y las ponemos en valor; es decir, las empezamos a ubicar dentro del paraguas de la RS/ Sustentabilidad. Como les mencionábamos anteriormente, suele suceder que las empresas están realizando acciones de RSE y no son conscientes, ya que sólo tienen en mente sus eventos de voluntariado, por ejemplo. Lo que les falta es simplemente una estructura que permita identificarlas, reorganizarlas y comunicarlas. ¡Se sorprenderían de los resultados de este ejercicio! 
  • LENGUAJE EN COMÚN: Promovemos el intercambio dentro de los líderes de proyecto, directivos y/o áreas involucradas sobre ¿Qué término se quiere utilizar: RSE, Sustentabilidad, Sostenibilidad, ASG? ¿Qué implica cada uno en términos teóricos? ¿Qué va a implicar para la empresa en la práctica? ¿Cuáles son las expectativas y prioridades para cada uno? Estas instancias son reveladoras para empezar a allanar el camino de la RS / Sustentabilidad…. y muchas veces, por la vorágine del día a día, no se suele dar estos espacios de intercambio. 
  • DEFINICIÓN DE PRIORIDADES: Los acompañamos en entender cuáles son las prioridades y expectativas de los directivos, los colaboradores y todos los grupos de interés y a partir de allí construir los pilares, objetivos y metas de la estrategia de RS / Sustentabilidad. Tener en claro a qué tipo de iniciativas se apoyarán, a cuáles no y por qué; e incluso a partir de allí definir manuales y procedimientos, brindará mayor transparencia a la organización, agilizará los procesos internos y potenciará la comunicación. 

Esta es sólo una primera aproximación sobre qué se debe tener en cuenta para desarrollar una estrategia de RSE / Sustentabilidad, si te interesa conocer más sobre cómo abordarla puntualmente en tu negocio, no dudes en escribirnos a [email protected] ¡Estaremos encantados de tener una junta contigo para resolver tus dudas! 

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